La comunidad inmigrante Latina de Salem encuentra resiliencia en medio de la incertidumbre sobre los cambios en las políticas de Trump

Traducido a español por Eduardo Angulo. Salem Reporter publicó este articulo en inglés martes el 4 de febrero.
La misa en español en la iglesia católica de San José de Salem, en un domingo de finales de enero, estaba abarrotada de gente. Los mercados de pulgas locales, como La Pulga Original en la Calle Noreste de Fairgrounds (Northeast Fairgrounds Road), estaban llenos de gente que compraba comestibles, hacía cola para comprar pollo a la parrilla o paseaba por los corredores llenos de coloridos puestos.
Los inmigrantes Latinos de Salem que se dedicaban a sus asuntos del fin de semana manifestaron diversos sentimientos mientras el presidente Donald Trump se prepara para lo que ha prometido que será la mayor deportación masiva en la historia de Estados Unidos.
Muchos, especialmente aquellos que han estado en Estados Unidos durante décadas, dijeron que la retórica antiinmigrante de Trump y sus amenazas de deportación no son nada nuevo. Algunos dijeron al Salem Reporter que sentían que, mientras respeten la ley, no tenían nada que temer, o dijeron que los medios de comunicación estaban exagerando la amenaza.
Los líderes locales que trabajan con familias inmigrantes dijeron que están escuchando conflictivas preocupaciones entre la diversa comunidad latina local, que incluye muchas familias que tienen una mezcla de miembros ciudadanos estadounidenses e inmigrantes, incluidos algunos sin estatus legal.
Muchos dijeron que un tema común es la resiliencia: las personas están buscando información sobre sus derechos bajo la ley de Oregón y qué hacer en caso de una redada de inmigración.
“Nuestra comunidad tiene miedo, pero no está temerosa. No está temerosa porque nosotros, los inmigrantes de América Latina, hemos visto esto antes. Venimos de países donde tuvimos que lidiar con dictadores o gobiernos corruptos y, por lo tanto, sabemos qué hacer,” dijo Francisco López, quien es un residente de Salem de muchos años, y quien es originario de El Salvador y director de Ciudadanía en Oregón, una organización sin fines de lucro que ofrece clases gratuitas de ciudadanía.
Aproximadamente uno de cada cuatro residentes de Salem, más de 47,000 personas, son hispanos o Latinos, según datos del censo de EE. UU., y la gran mayoría de ellos declaran tener ascendencia mexicana. La proporción de inmigrantes del resto de América Latina es menor, alrededor de 13,000 personas en Salem.
La Oficina del Censo no recopila datos sobre el estatus migratorio de individuos y existen pocas estimaciones precisas del número de personas sin estatus legal.
En comparación con hace una década, cuando muchos Latinos en Salem eran inmigrantes, la comunidad actual es más diversa. Una gran cantidad de Latinos locales son ciudadanos estadounidenses, pero muchos tienen familiares inmigrantes, dijeron los líderes.
“Puede haber personas que están muy seguras de su estatus… que sienten que nada les va a pasar a ellos ni a sus familiares,” dijo Levi Herrera-López, director ejecutivo del Centro Familiar Mano a Mano. “Es realmente muy difícil de medir.”
En St. Joseph, el padre Jeffrey Meeuwsen, que dirige la misa en español, dijo que no ha visto un gran sentimiento de miedo o inquietud entre los miembros de la iglesia.
“No puedo confiar en este gobierno”
Si bien no todos los inmigrantes tienen miedo, muchos buscan ayuda o asesoramiento sobre sus derechos legales y su estatus en los EE. UU.
Barbara Ghio, abogada de inmigración de Salem con la Oficina Legal de Muntz & Ghio (Muntz & Ghio Law Offices), dijo que desde que Trump ganó las elecciones ha estado recibiendo una avalancha de clientes. Muchos inmigrantes, específicamente aquellos de piel más oscura, temen que puedan ser objeto de persecución por su apariencia física.
“Me llaman a diario para preguntarme qué documentación deberían llevar,” dijo Ghio. “Ahora todos sienten que esto es una situación de todos contra todos. Sienten que pueden caminar por la calle y, según el color de su piel, pueden ser arrestados.”
El jefe de policía de Salem, Trevor Womack, emitió la semana pasada un comunicado en el que confirmaba que su departamento no cooperará con los esfuerzos federales de control de inmigración y que informará al estado sobre cualquier solicitud de ese tipo.
Ghio dijo que algunos de los hijos de sus clientes no pueden dormir por la noche por temor a regresar a casa de la escuela y encontrar que sus padres han sido arrestados. Otros inmigrantes buscan los consejos legales de Ghio y expresan incertidumbres sobre su estatus en el país.
“Algunos quieren garantías de que incluso como recipientes de la tarjeta verde pueden ir a visitar a un miembro de la familia en México y luego regresar. No puedo darles garantías. Les digo: ‘Eres recipiente de una tarjeta verde, tienes derechos, pero no puedo confiar en este gobierno, así que no sé qué va a pasar,’” dijo Ghio. “Ellos (la administración Trump) tienen mucho poder con las órdenes ejecutivas, así que no puedo garantizar nada. Básicamente digo: “Ese es un riesgo que tendrás que correr si realmente quieres ir a ver a un familiar y otras cosas.”
“Podemos elegir vivir con miedo o elegir estar preparados para los peores escenarios. Creo que son dos cosas diferentes.”
-Barbara Ghio, abogada de inmigración de Salem
Unos 1.800 inmigrantes indocumentados en el área de Salem tienen un estatus cuasi legal gracias a la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), un programa de la administración Obama que permite a los inmigrantes traídos a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños trabajar y tener cierta protección contra la deportación.
Trump intentó poner fin al programa durante su primer mandato, y hay un caso en curso que impugna su legalidad y que podría ser decidido por la Corte Suprema de Estados Unidos.
“Si se parece a las decisiones del pasado, hay una buena posibilidad de que (DACA) desaparezca,” dijo Ghio. “Podrían pasar de estar protegidos contra la deportación, comprar una casa, criar a sus hijos, tener una carrera, pagar impuestos, a no tener nada”.
Ghio dijo que algunos de sus clientes con estatus DACA solo hablan inglés y que Estados Unidos es el único país que han conocido.
La ansiedad por su futuro es real para ellos, dijo Ghio.
“Podemos elegir vivir con miedo o elegir estar preparados para los peores escenarios. Creo que son dos cosas diferentes,” dijo Ghio. “Ahora yo le digo a mi gente: ‘Pongan sus cosas en orden, sean buenas personas, sean la persona que han sido durante todos estos años y deberían estar bien. Y si no se han comportado bien, entonces deberían estar preocupados.’”
Una de las primeras directivas de Trump permitió a los agentes de inmigración hacer arrestos en escuelas, iglesias y hospitales, revirtiendo políticas vigentes durante más de una década.
“La gente tiene miedo de que detengan a un miembro de su familia, tiene miedo de que una redada pueda apuntar a su comunidad, a su negocio, a su escuela y lugar de culto,” dijo Reyna López, directora ejecutiva del sindicato de trabajadores agrícolas PCUN con sede en Woodburn.
Dijo que el sindicato se está centrando en dar a la gente información sobre los derechos legales bajo las leyes de santuario de Oregón y en preparar escenarios en caso de redadas de inmigración locales.
“Sabemos que tenemos que separar el trueno del relámpago. “Hay muchas cosas que dicen los políticos y muy pocas de ellas serán posibles en la realidad. De cualquier manera, nos estamos preparando,” dijo.
“En medio de los temores y la incertidumbre, Herrera-López dijo que uno de los desafíos que enfrentan organizaciones como Mano a Mano es la proliferación de rumores. Dijo que ha visto a aliados con buenas intenciones publicar rumores sobre redadas de ICE que no están verificadas, lo que difunde ansiedad.
“Por más difícil que sea para la gente escucharlo, no hay mucha información concreta,” dijo.
Dijo además que Mano a Mano y otras organizaciones que sirven a familias inmigrantes están tratando de compartir información sobre la ley de santuario de Oregón y alientan a las personas a compartir información solo si la han presenciado personalmente o la han verificado.
Hasta ahora, dijo, Oregón no ha visto ninguna redada de ICE ni cambios en la aplicación de la ley de inmigración. Todos los arrestos de los que él tiene conocimiento han sido selectivos, lo que significa que ICE está buscando a una persona específica para detener.
“Estamos tratando de tranquilizar a la gente sobre lo que es verdad en este momento, en lugar de los rumores que hay por ahí,” dijo.
El sentimiento antiinmigrante se envalentona
Tanto como cualquier política concreta, los organizadores dijeron que están preocupados por la retórica de Trump sobre los inmigrantes y un sentimiento antiinmigrante envalentonado que busca pintar a cualquiera que no tenga estatus legal como un criminal.
“Lo que tenemos en los Estados Unidos de América en este momento es un ataque a los inmigrantes Latinos o personas que son de origen Latino, y tratar de expulsarlos de una manera u otra de los Estados Unidos,” dijo Francisco López. “A mí me parece una limpieza étnica… No sé cómo llamarlo de otra manera. Pero solo puedo llamarlo limpieza étnica. Algunas personas dirían que es demasiado. Bueno, solo miren las noticias y todos los días él (Trump) habla de los inmigrantes como despreciables.”
Además de prometer deportaciones masivas, Trump firmó una orden ejecutiva en su primer día como presidente, revocando la ciudadanía por nacimiento a los hijos de inmigrantes indocumentados o que se encuentran en Estados Unidos temporalmente.
Esa orden enfrenta varios desafíos legales.
Reyna López, que vive en Salem, dijo que sus esfuerzos son personales. Sus padres llegaron a Estados Unidos indocumentados para trabajar en los campos de fresas de California.
López, la primogénita de sus padres, fue la primera ciudadana estadounidense de su familia por haber nacido aquí.
“Están hablando de gente como yo, gente que yo diría que hace mucho por nuestras comunidades, gente que ha dado su vida por nuestras comunidades,” dijo López.
Sus padres se mudaron a Oregón para trabajar en las granjas de árboles de Navidad y finalmente obtuvieron la amnistía y la ciudadanía estadounidense gracias a la ley de reforma migratoria de 1986.
Desde esa ley, no ha habido ninguna vía que permita a los inmigrantes sin estatus legal obtener una visa, una tarjeta verde o un camino hacia la ciudadanía. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que aproximadamente la mitad de los trabajadores agrícolas carecen de estatus legal, y dos de cada tres nacieron fuera de Estados Unidos.
“Si no te importa nada más, ellos están contribuyendo económicamente. Estás hablando de ellos como criminales. Estas son las mismas personas a las que hace unos años llamábamos trabajadores esenciales,” dijo Herrera-López. “Lo que reduce todo esto a: ¿quién es realmente un oregoniano? ¿Quién realmente pertenece a Salem? La gente nos está diciendo lo que realmente piensa y no debemos ignorar eso.”
Reyna López dijo que PCUN, el sindicato de trabajadores agrícolas, está recibiendo preguntas de trabajadores, maestros, dueños de negocios y otras personas que buscan información sobre lo que se avecina y cómo ayudar. Dijo que, en general, los oregonianos apoyan a los inmigrantes y las fuertes protecciones legales del estado lo reflejan.
“Los inmigrantes son fundamentales para el éxito y la prosperidad de nuestro estado y mucha gente lo siente en lo más profundo de su ser,” dijo.
Póngase en contacto con el reportero Joe Siess: [email protected] o 503-335-7790. Comuníquese con la reportera Rachel Alexander: [email protected] o 503-575-1241.
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